jueves, 23 de enero de 2014

Marduk y Tiamat: la creación del mundo a partir del caos y mitos similares.

En un principio, reinaba el caos, representado por las aguas primordiales (Apsu, las aguas dulces, y Tiamat, las saladas), materia informe que poseía todas las potencialidades. Al unirse las aguas, surgieron los dioses primordiales, Anu y Ea, y se engendraron dioses más jóvenes, entre ellos, Marduk. No tardó en estallar el conflicto entre las deidades, y Ea asesinó a Apsu. Tiamat juró venganza y reunió un ejército de monstruos, entre los que se encontraba Kingu, portador de la Tablilla del Destino (semejante a los me sumerios: decretos determinantes, contenidos en tablillas, relativos a las instituciones sociales y religiosas y su desarrollo, que dotaban a su portador de un poder absoluto)

Tras sufrir varias derrotas a manos de Tiamat (representado como una serpiente marina, o un dragón), los dioses eligieron a Marduk como su líder y rey. Éste se enfrentó a Tiamat (armado con un mazo y un rayo), lo venció y, tras darle muerte, dividió su cuerpo en dos mitades; una se convirtió en el cielo, y la otra en la tierra. Después, mató a Kingu, se apoderó de la Tabilla del Destino y, mezclando la sangre de éste con tierra, creó a los seres humanos. Marduk no sólo derrotó al enemigo de los dioses, sino al caos primordial,  y pudo crear un universo ordenado. Con este mito, se consolidó y justificó la posición de central de Marduk entre los dioses, y de la propia Babilonia entre las ciudades.


En otras culturas de la Antigüedad, como la griega, la hitita o la védica, en los mitos sobre la génesis del mundo, también aparecen dioses que vencen al caos primigenio y se convierten en creadores del orden. Es el caso de Zeus, que venció a la serpiente Typhon, hijo de Gea, e instauró un nuevo orden. En los mitos hititas, el dios Teshub derrotó al monstruo Ullikumi, que había sido engendrado por el mar, es decir, por el caos. Por su parte, Indra (llamado Shakra, <<el poderososo>>, o Shachipati <<señor de la fuerza>>), armado también con un rayo, destruyó  a la serpiente Vrytra (uno de los asuras, los adversarios de los dioses védicos), liberó las aguas y creó "el sol, el cielo y el alba", en suma, el mundo. 

lunes, 22 de julio de 2013

El mito de Yi y los diez Soles. Chang E.

El Señor de los Cielos, Di Jun, y su esposa, Xi He, tenían diez hijos, y cada uno de ellos era un sol. Todos vivían sobre las ramas del árbol Fu Sang, situado más allá de los confines orientales de la tierra. Xi He había decretado que no podría haber más de un sol en el cielo al mismo tiempo y, cada mañana, partía con uno de ellos en un carro, para surcar los cielos  Al terminar el día, volvía con él al árbol. Cada día era el turno de un sol diferente. 

Los hermanos, después de años, descontentos con la situación, decidieron desobedecer las órdenes de su madre y salir todos juntos. Después de un tiempo, el calor insoportable de los diez soles hizo que las cosechas se estropeasen y la tierra se secase. El emperador de la tierra, el sabio Yao, un hombre que llevaba una vida frugal y sufría por su pueblo, rogó y rogó a los cielos que se  reinstaurara de nuevo el orden perdido.

Di Jun dio órdenes a los soles para que volviesen al árbol, pero estos se negaron. Entonces, Di Jun llamó a Yi, afamado arquero, al que regaló un magnífico arco rojo y un carcaj con flechas blancas. Le encomendó la tarea de asustar a los soles, sin dañarlos, y resolver los problemas del emperador Yao. Tras ello, lo envió a la tierra junto a su esposa, Chang E.  Una vez allí, al ver el estado al que la gente se había visto reducida, entró en cólera. Cogió su arco y disparó al cielo. Uno de los soles fue alcanzado, y a sus pies se precipitó un enorme cuervo, de tres patas. La muerte de un sol no era suficiente para devolver el clima a su estado original, así que Yi disparó ocho veces más, hasta que sólo quedó un sol. Por ello, Yi se convirtió en un gran héroe.

Yi, sin embargo, había desobedecido las órdenes y había matado a nueve de los hijos del Señor de los Cielos. Por eso, él y su esposa fueron castigados con la mortalidad. Yi visitó entonces a la Reina Madre de Occidente, buscando un elixir que les devolvería la inmortalidad. Ella le entregó lo suficiente para ambos, no sin advertirle que, si uno de ellos lo tomaba todo, abandonaría para siempre la tierra, hacia regiones "más elevadas". 

Chang E deseaba tomarse todo el elixir para poder regresar al cielo, pero tenía miedo de las consecuencias que de ello podrían derivarse. Decidió pedir la opinión de un astrólogo, que le dijo que en la Luna podría librarse tanto de la mortalidad como de la condena de los dioses. Chang E bebió entonces todo el elixir, y comenzó a ascender más y más, hasta la Luna, en cuyo Palacio habitó el resto de los tiempos. Yi comprendió que intentar librarse de su humanidad había sido un tremendo error y, tras ser perdonado, regresó al Cielo.

lunes, 18 de marzo de 2013

Kitsune, los espíritus-zorro. Tamamo-no-mae.

En la mitología japonesa, a los zorros se les atribuían una gran cantidad de poderes sobrenaturales, tales como cambiar de forma, respirar llamas o predecir el futuro. Eran longevos, y se decía que, a medida que pasaba el tiempo, iban desarrollando nuevas colas (los mayores llegaban a sumar nueve, y eran conocedores de todo aquello que acontecía en el mundo). 

Muchos zorros utilizaban sus poderes de transformación para adoptar una forma humana, y las mujeres-zorro solían convertirse en muchachas hermosas para seducir a los hombres. Otras veces, los espíritus-zorro se introducían en el cuerpo de las mujeres y las controlaban; se decía entonces que éstas sufrían de kitsune-suki, un tipo de enfermedad mental. Hasta el siglo XX, este término siguió utilizándose como diagnóstico de la psicosis padecida por mujeres. 

Por otra parte, no todos los kitsune eran malvados. Muchas mujeres-zorro vivían historias de amor con humanos, de final trágico, pues él siempre terminaba por descubrir la verdadera identidad de su amada. Los zorros también se asociaban a la prevención del mal, y en ocasiones eran considerados espíritus guardianes, ya que, tradicionalmente, se representaba a Inari, el dios del arroz, rodeado por dos zorros y, en épocas posteriores, pasó a representarse al propio Inari con semblante zorruno.

La leyenda de Tamamo-no-mae
Tamamo-no-mae era una cortesana famosa por su belleza, gracilidad y sabiduría, algo extraordinario teniendo en cuenta que tenía el aspecto de una joven de veinte años . Tan célebre se había vuelto que, el Emperador, Toba (siglo XII) se interesó por ella. Exigió conocerla y poner a prueba su saber, y ella respondió correctamente a todas sus preguntas. El emperador, deslumbrado, se enamoró de ella, y la convirtió en su amante favorita.
Una tarde, Toba dio una fiesta en su palacio de verano, a la que fueron invitados sus más preciados cortesanos. Había comida, y música hermosa. De pronto, un fuerte viento comenzó a aullar con furia, y todas las luces se apagaron, sumiendo todo en una profunda oscuridad. La corte se dirigió al exterior, pero allí todo estaba sumido en tinieblas. El viento corriendo entre los salones del sombrío palacio. Un cortesano pidió una lámpara, y, con sorpresa y horror, los invitados descubrieron que de Tamamo-no-mae se desprendía una luminiscencia sobrenatural. 
Al poco tiempo, el emperador enfermó y, cercano a la muerte, hizo llamar a un monje sintoísta para que lo examinase. El diagnóstico fue rápido: Tamomo-no mae-era una Kitsune, un zorro. Al ser descubierto su secreto, la joven volvió a su verdadera forma y huyó lejos, hacia el norte de Edo. Se ocultó en los páramos durante años, hasta que un monje budista la rescató y la guió hasta el camino de la iluminación.


lunes, 18 de febrero de 2013

Píramo y Tisbe, los amantes

La joven y hermosa Tisbe vivía en la Babilonia, enamorada de Píramo, su vecino. Él la correspondía, pero sus padres no les permitían verse, lo que no hacía más que avivar su pasión. El único modo que tenían para comunicarse era hablar a través de una grieta en el muro que separaba las dos casas. En una de sus conversaciones, resolvieron escapar juntos de la ciudad: se citarían en el mausoleo de Nino (el marido de Semíramis, reina asisria, constructora), bajo una morera.

Tisbe llegó primero aquella noche, cubierta con un velo y esperó, con impaciencia, la llegada de su amado. Junto a ella había una fuente, espléndida, donde se reflejaba la luz lunar. De repente, se dio cuenta de que una leona, con las mandíbulas llenas de sangre, se aproximaba a la fuente. Asustada, Tisbe salió corriendo para buscar refugio en una caverna, sin darse cuenta de que dejaba atrás su velo, que la leona desgarró y tiñó con la sangre de sus fauces.

Poco después de que la leona se fuese, apareció Píramo. El joven vio las pisadas y el velo ensangrentado, y creyó que Tisbe había muerto. Loco de dolor por la desgracia, se suicidó dejándose caer sobre su espada. Al poco tiempo, Tisbe volvió al lugar de la cita, donde encontró a Píramo muerto, junto al velo. Tras besar la tibia boca de su amado, Tisbe acabó con su vida atravesándose el pecho con la espada.

Cuando sus padres los encontraron, decidieron enterrarlos juntos, en la misma tumba, bajo la morera. El árbol, desde aquella fatídica noche, tornó el color de sus frutos, antes blanco, por el rojo de la sangre de los amantes.


viernes, 5 de octubre de 2012

El origen de la escritura en Persia

El joven Tamuras, emperador de Perisa, recibió un día la visita de un anciano  mago, muy célebre y sabio. Cuando estuvo en su presencia, el mago le dijo que a su perfección le faltaba una ciencia: la magia. Le ofreció, entonces, instruirle en tan misterioso y arcano conocimiento. Tamuras accedió, y se encerró con el mago, durante siete días y siete noches, en la estancia más solitaria y apartada del Palacio. 

Qué le dijo el mago al emperador nunca se supo, pero el anciano, después de terminar su tarea, fue recompensado con un saco de piedras preciosas. El monarca, por su parte, estaba invadido por una gran alegría. Ahora lo sabía todo, lo que le convertía en superior a los demás mortales. Esto hizo que, por fin, pudiese enfrentarse a los Divs, los terribles enemigos que sus antepasados no habían logrado derrotar.

Dio órdenes a sus generales para que preparasen un ejército y se encerró en una habitación. Allí pronunció unas palabras mágicas, se hizo invisible y se trasladó en un instante al palacio de Ahriman (el rey de los Divs). Entró en la sala del trono y le susurró unas palabras misteriosas al oído. De pronto, Ahriman se volvió también invisible y fue conducido, volando, al palacio de Tamuras, donde fue encerrado como prisionero. Tamuras quemó aloe y pétalos de rosa, creando un humo azulado y, al pronunciar otras palabras, Ahriman se convirtió en un hermoso caballo negro. 


Pasado un tiempo, cuando el ejército estuvo preparado, Tamuras guió a sus tropas al país de los Divs (que estaba sumido en el caos debido a la falta del líder). Los dos inexpertos hijos de Ahriman, pidieron consejo al mago más poderoso del reino. Éste les advirtió que nada podrían hacer contra Tamuras, que tenía prisionero a su padre mediante artes mágicas. Además, añadió que el reino de los Divs debía terminar. Haciendo caso omiso a la advertencia, los dos hermanos entraron en conflicto con Tamuras, cuyo ejército, muy superior, destrozó a sus rivales. Los hermanos fueron tomados como prisioneros, y suplicaron a Tamuras que les devolviese a su padre y les concediese la libertad. A cambio, ellos le revelarían un secreto que haría famosa e inmortal a Persia.

Tamuras accedió, y ellos, tal y como habían prometido, le enseñaron aquel secreto que haría ilustre a Persia a través de los siglos: la escritura.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Fausto

Fausto,  héroe que sella un pacto con el Diablo  e intenta sobrepasar las limitaciones humanas, representa el ansia  insatisfecha del ser humano y la búsqueda, no sólo del conocimiento, sino del sentido de la vida. También simboliza a la humanidad en su conjunto, su ambición, su inquietud, sus ilusiones y desesperanzas, su debilidad, su infinita búsqueda de la felicidad y gloria.
Esta figura legendaria es una de las más importantes dentro de la literatura desde el siglo XVI (desde el Fausto de Marlowe al de Goethe, pasando por el Racionalismo, el “Sturm Und Drang”, el Fausto del Romanticismo, etc.). Se cree que su mito fue creado en torno al Doctor Faustus, un personaje histórico.  A su se fueron añadiendo colores y  una amalgama de tradiciones, elementos paganos y tradiciones cristianas, que enriquecieron su mito.
El Fausto de Goethe.
Goethe nos presenta a Fausto como un doctor o un mago, que se siente desolado, perdido, y busca la sabiduría (que se relaciona con la redención), tanto de las cosas terrenales como de lo trascendental. Quiere llegar a dominar tanto el cuerpo como el espíritu, pero fracasa. Aspira al infinito, vive por la eterna consecución de un ideal, y por eso mismo no es capaz de disfrutar de la vida.
Mefistófeles (un diablo de confianza enviado por Satán) se le aparece entonces y se ofrece a complacer todas sus aspiraciones, a cambio de su alma. Fausto vuelve a ser joven y comienza su búsqueda con Mefistófeles como compañero, que representa todo lo que Fausto ha dejado atrás en su búsqueda de conocimiento (poder, placer, riquezas…). Con su nueva forma, Fausto seduce, sin dificultad, a Margarita, una joven sencilla e inocente, que se entrega a él sin reparos. En un ataque de desesperación, comete infanticidio, por lo que es enviada a la cárcel. Allí, hace caso omiso a las palabras de Mefistófeles y es salvada por la gracia divina.
Fausto sigue su camino, y después ama a Helena,  hija e Zeus, la perfecta belleza, pero acaba desilusionado de nuevo, ya que su hijo muere.  Atormentado, descubre que nada puede darle la paz, ni la verdad, ni la belleza, ni la magia, ni el amor, ni la ciencia…
Cuando llega la hora de que pague a Mefistófeles (pues Fausto cree haber encontrado la felicidad al poseer unos terrenos en la costa), el reuerdo de Margarita hace que esa aparente felicidad se disipe. Por eso, su alma es salvada debido a que lo único que buscaba era la Belleza y el Bien. Así, asciende al cielo, para encontrarse con Margarita, y Mefistófeles es burlado.

lunes, 17 de septiembre de 2012

El Chupacabras y el Vampiro de Moca

Durante 1975, en Moca, Puerto Rico, se sucedieron diversas muertes inexplicables de animales (su sangre parecía haber sido succionada). Los periódicos locales, donde podían leerse artículos sobre el llamado "vampiro de Moca", se hicieron eco muy pronto y se armó un gran revuelo (los ufólogos defendían que coincidían con el avistamiento de OVNIs, otros creían que se trataba de rituales satánicos, etc), pero cesó con el fin de los asesinatos y el vampiro de Moca cayó en el olvido general. A pesar de ello, se trata del precedente de la más que conocida leyenda del Cupacabras.
 
En los años noventa, esse dieron nuevos casos en Puerto Rico, y comenzaron a denunciarse  otros similares la en República Dominicana y varios países del continente, como Chile o México. Las víctimas del misterioso succionador de sangre eran numerosas: gatos, perros, ovejas, pollos, cabras...
El ser fue frecuentemente descrito como una criatura de un metro de altura, con cráneo perruno, escamas, lengua bífida y brillantes ojos rojos. Podía, se decía, caminar sobre dos patas y brincar como un marsupial. Algunos testimonios afirmaban que era capaz de volar, o que olía a azufre. Otras veces, parece tratarse de una especie de perro sin pelo, de ojos saltones. El nombre "chupacabras" fue dado por una celebridad de la televisión local, y de esa forma se le denomina desde entonces.
 
La falta de pruebas de su existencia y las diferencias entre los testimonios llevaron a algunos a afirmar que se trataba de un extraterrestre. Otros opinaban que era un experimento creado secretamente en un laboratorio militar estadounidense (teoría descartada  y desestimada al producirse muertes fuera de la isla). Las descripciones y las historias fueron cambiando, aunque las matanzas continuaban, siempre presentando las mismas características. Cuando se halló el cadáver del supuesto chupacabras, el estudio científico realizado lo identificó como un raro tipo de perro salvaje, que sufría sarna y deformidades.
 
Aunque actualmente la postura escéptica ante este fenómeno es la más extendida, el Chupacabras sigue siendo una de las leyendas urbanas actuales más interesantes y de mayor difusión internacional y mediática, que ha dado lugar a todo tipo de conjeturas e historias.